9.9.06

Balance. En mi primera entrada en esta bitácora decía que mi intención al hacerla era para expresar e ir tomando notas sobre lo aprendido……. Pues han pasado ya algunos meses y noches de observación y ésta se me ocurre hacer lo primero, dada la siguiente vivencia:

Iba por el paseo del río a buen paso para ir al cine de las estrellas cuando me dí cuenta que, por encima de la torre de la Iglesia de nuestra Señá SantAna –donde me bautizaron- a la izquierda de Júpiter pude reconocer a la anaranjada Antares (500 veces el diámetro de nuestro sol), también pude distinguir la cara del Escorpión y la penúltima del aguijón que creo era Shaula. Fijándome más en el zénit, a pique del crack-nuca –que dice Forges- identificaba el triángulo del verano. Todo esto en medio del Pº de Colón en plena burbuja de luz artificial.

Y siguiendo con el balance: en mis noches de terraza de L’Antilla, cuando estaba despejado de nubes, he montado los prisma y he buscado y encontrado: la NGC6231 ¿El Joyero es más bonito? y por Sagitario he encontrado M22, M8(Laguna) y M20(Trífida).

En días atrás que vine a Sevilla para la salida con el grupo a ver las PERSEIDAS, observación durante tres noches y en la PRIMERA, llegamos a la explanada cercana al Castillo de las Guardas (por el lado opuesto a Cerro Negro), al pie de una torreta de vigilancia. Al llegar, una loma alta, dominando el horizonte en los cuatro puntos y una puesta de sol magnífica nos recibía. El suelo de gravilla, ni un solo matojo, ni piedra alguna apropiada para el meade por lo que Isra tuvo que trasladarse por lo menos 100 metros para desbeber. José María empezó a desplegar su equipo: sus cámaras tan sensibles como el ojo humano (en buenas condiciones éste, claro), captan la luz y el más mínimo movimiento, únicamente les falta, dar el "¡alto!, ¿quien va?"...., y como te descuides, te saca hasta el número del DNI y esto, colgado de Internet no queda muy discreto que digamos.

Tuvimos un buen ratito de oscuridad antes de que la luna saliera y fue durante entonces cuando yo pude ver dos magníficos ejemplares saliendo, efectivamente de la zona de Perseo, yendo su estela hacia el Este. Un viento de cuidado silbaba y soplaba con fuerza y la altura de la loma y su desnudez no nos ofrecía abrigo alguno para resguardarnos del mismo.

Continuará…