Un amigo hoy, me ha obsequiado, en una sencilla cuartilla, un regalo precioso:
¡Felices los espíritus que fueron los primeros en preocuparse por conocer estas cosas y escalar las moradas celestes! No hay que dudar de que ellos levantaron su cabeza muy por encima de los vicios y parajes humanos a un tiempo. Ni Venus ni el vino quebrantaron sus sublimes corazones, como tampoco lo hicieron ni las preocupaciones del foro ni el ejercicio de la guerra; no los sedujo ni la vana ambición, ni la gloria cubierta de púrpura, ni el hambre de grandes riquezas. Acercaron los astros distantes a nuestros ojos y sometieron el éter a su talento. Así se alcanza el cielo.
Ovidio, Fastos, I, 307 y ss.”
Asimismo yo, con la misma idea de ofreceros un hermoso regalo, lo escribo para el que quiera aceptarlo.
1 Comments:
Gracias María Reyes. Besos
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