16.7.07

Ciertamente, se habían fijado los paisanos en estas forasteras, ya que como estuvimos las dos mañanas en el embalse de San Nicolás del Puerto, para que los niños se refrescaran en sus chapuzones, que nosotras también nos refrescamos con la cervecita... a esto que a Isabel le entró el mono del tabaco que no tenía y se fue a la barra a ver si lo vendían. No, pero al punto tenía por delante a la tabacalera ofrecida por los mozos... Seguíamos en nuestra charla y pasan dos fornidos y guapetones, que nos saludan muy cortesmente que al ver nuestras interrogantes caras, nos dicen: “anoche nos pasamos por su campamento y nos hablaron ustedes de las estrellas”... ¡Ah, es verdad, es que como nos cegaron con los faros no los hemos reconocido.., qué amables fueron... “nada, nada es que nos dio un poco de pena que tuvieran que dejar a los niños de imaginaria señora”... no me diga señora... cuando supe toda la verdad, señora.... yo le dije que era libre como el ave libre, libre como el viento y él me creyóooooo..... “¿vendrán ustedes otro día, me dijo el benemérito más alto y más guapo?... Seguro que sí. ¿una cervecita?... pues gracias, pero nos hemos tomado ya una y salimos de vuelta antes de que haga más calor. Bueno, hasta la vista. “Eso, y si no estamos de servicio, está pendiente la cerveza”. Muy bien. Nos fuimos hacia el coche sacando a los niños del agua (que para entonces eran ya garbanzos), se secaron y al salir de la zona, caballero a la grupa de un hermoso alazán, iba el benemérito de los ojos claros.

También esa mañana estuvimos en el bar de Alanís, desayunando tostadas y churros, que daba gloria... los mozos en derredor nuestra, también nos sacarían el parentesco “me parece que van a ser familia de juana la alemana, que están ahí pasando unos días”... “que no, que están alojás en la casa rural que hay mucha gente alli”... A la casa rural llamamos después de subir al Castillo, que si no llega a ser por el magnífico desayuno no llego ni al foso... La dueña nos dijo que la tenía ocupada hasta findaño, pero que en agosto estaba libre ... costaba 25 por persona y noche, en dos módulos, uno para 10, otro para 15 personas. Como nos la quería endosar para agosto, le dijimos que si nos la dejaba más baratita.... pero no quiso.

Sí quiso Isabel, la tarde anterior -después de la magnífica siesta a orillas del rumoroso Huesna, aventadas por las hojas de los altos chopos, amenizadas por el estival concierto chicharrero- que fuésemos a investigar el Cerro del Hierro, antes de ir a recoger a su amiga Estrella al tren. Pues bueno, que llegamos al tal Cerro y a esto que se va para arriba Isabel, sí, sí, para arriba que había por lo menos cuatro pisos. Y yo pensaba que nos íbamos a quedar en el primero, o sea, en el pasillo verde, tan cómodo y fácil para andar... pero no que sigue subiendo por los riscos, pedruscos y crestas......... ¡eeehhhh, Isabel, que subir por ahí los bártulos va a ser harto difícil, que son varios kilos y a ese paredón que tenemos delante no suben más que las águilas y lagartijas, que nos podemos esc ...acharrar en tamaña tarea, rompernos la crisma o una pierna y fastidiarnos las salidas del veranito!.... pero nada, ¡ya había desaparecido de nuestra vista!. No nos quedó más remedio que esperarla sentados debajo de un árbol... y cuando apareció nos dijo que había una explanada estupenda con un amplio horizonte..... pero que había mucha basura alrededor. Así que acordamos quedarnos en el campito de futbol de cuya peripecia esa noche ya he dado cuenta.

Puedo decir y digo, que de los cielos que conozco, éste de Alanís ha sido de los mejores... Era difícil identificar los objetos a la vista, una vez la noche cerrada, pues la VL los superaba a todos. Para cerrar estas crónicas, algunas fotos del precioso entorno y momentos.

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