26.7.07

Observación Novilunio 15,16,17 Junio en Cardeña: Llevábamos todos los planos, cartas, planisferios, libros, programas (de y en) ordenador, revistas, artículos y planificaciones, pero no dieron ningún tipo de servicio en la primera noche, ya que las nubes no dieron tregua el viernes -creo que por ninguna parte de Andalucía-. Así que después de mirar y remirar una vez oscurecido para arriba y en la negrura no distinguir ni un puntito luminoso, cena, tertulia, vuelta a salir al porche para afirmarnos en nuestra decepción y cada mochuelo a su olivo.

Tempranito y aunque lloviznaba algo, la limpia piscina dio avío a nadadores que este grupo tiene; café y tostadas luego e incorporación del resto del grupo que se iba levantando. Salimos después a hacer turismo por el bonito Montoro, del que se hicieron bastantes fotos. A la vuelta almuerzo con barbacoa, siesta de algunos y paseo de otras para conocer a los vecinos de alrededor que, simpáticos, nos saludaban con mugidos, balidos, rebuznos, gruñidos y quiquiriquís.

Obvio es aclarar que, durante todo el tiempo, andábamos con la vista clavadita en el cielo -dando lugar a que alguien se clavara en el suelo sin mayores consecuencias- para decidir si plantábamos o no, cosa que a la caída del sol sí hicimos, pues de vez en cuando veíamos hermosos trozos de azul abrirse entre los nubarrones. Y en efecto, pronto pudimos reconocer a Venus, más tarde a Júpiter y entremedio a Saturno... Vega nos dejó también pronto reconocer a Lyra y el Cisne, casi, nos enseñaba sus alas. El Escorpión, más difícil, apenas enseñaba la cabeza. Y tuvimos un buen momento en que en el cenit aparecieron las dos Osas al completo. Y Juan Jordano me vino a señalar que como estaba la cabeza del Dragón visible, mirase una doble que allí se encuentra, la v1 Draco que al principio me pareció una y borrosilla, pero fijando un poquito más la vista, pude desdoblarla y comprobar que realmente eran muy, muy bonitas... ( son como ojos que sirvan a este dragón para su aguda visión, de ahí que su función principal -en la mitología- sea la de guardián de los tesoros de los templos) y una vez cerrado el paréntesis, añado que fue, para mí, lo mejor de la noche, así que he consultado mis libros y termino de saber que es una blanca tipo A. Una magnitud de 4,88 y 4,87 y distancia de 93 años luz. Brilla 7,2 veces más que el Sol y los que tengan buena vista pueden resolverla a simple vista y con prismáticos cualquiera puede ver claramente el par. Forman un sistema asociado y su separación es de 300.000 millones de kilómetros.

Y sonó el cornetín de ¡la cena!... y como la carne es débil a pesar de que había abundado en el almuerzo, dejamos los artilugios tapados para cuando al volver no los encontrásemos húmedos... pero nos encontramos ¡un buen manto de nubes! ¡Que ahora sí que era imposible ver nada por más de 5 segundos! Así que al poco a la cama, pero estableciendo un turno de imaginaria para, al que le tocase ver el despeje, avisara a los demás. ¡Vanas ilusiones! Por la mañana, después de un rato nadando y desayuno, excursión al Parque Natural y Aldea Cerezo de los que también hay algunas fotos; vuelta a casa, más natación, tapicheo, charla y almuerzo, café, recogida y a las 17 entrega de llaves y regreso.
Esto fue mi fin de semana astronómico en Cardeña. Espero no haberos cansado.

PS: Este es el enlace de las fotos; una vez abierto, seleccionar el
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