30.5.06

Plenilunio decepcionante: El fin de semana, último del mes de Mayo y puente de San Fernando, no han podido tener condiciones de observación más malas; nublado todo el tiempo y la noche del 29 al 30 con todo el cielo de la ciudad metido en una nube blanca que impedía totalmente ver algún objeto a más altura que El Giraldillo. Así pues, imposible salir y aunque en el grupo había varios que al más mínimo despeje hubiéramos salido, la bruma continuó durante toda la noche.
Aparte de ésto, el calor, aplastante y pegajoso, convirtió las horas de sueño más que en un descanso, en un lento pasar de las horas. Bien temprano en la mañana me decidí ir de nuevo al Alcázar, a la preciosa exposición "Ibn Jaldun, que después de recorrerla durante un buen rato, agobiada de nuevo por el calor, me salí a los jardines en donde el frescor de estas primeras horas de la mañana, era realmente delicioso.
Tienen los dichos jardines, extensiones y rincones de gran belleza y aunque el día era propio para que grupos de todas las nacionalidades por allí anduvieran, me encaminé a uno de mis rincones preferidos, recoleto y con sólo el rumor de una fuente y el arrullo de las palomas que allí se paran a beber. Mas... ¡ay dolor!, dicho rincón lo encontré cerrado con una cadena, a la espera, supongo, de alguna reparación. E
n una plazuela cercana, también al abrigo de los paseantes, me senté a leer un rato el libro que me había llevado, teniendo ocasión de dar un repaso a la histórica fecha del 18 de noviembre de 1976 que, aunque supe de ella casi en directo por televisión, el tiempo también empolva estos recuerdos. A la salida, en la plaza del Triunfo dos largas filas se cruzaban: una la de los sevillanos, esperando ver la momia del día; la otra, la de las máquinas digitales esperando entrar en el Alcázar.
Por la tarde, abandonada ya toda esperanza de poder salir por la noche (por los abrumados cielos), me dediqué a montar el CD del encuentro con J.L. Comellas. No me ha quedado mal y la elección de la música -de la Sinfonía Júpiter- creo que es un acierto. He de encontrar más trozos de música cuyo motivo sea astronómico.




20.5.06


COMELLAS: Contiene este apellido, en sus dos primeras sílabas, las mismas que forman una palabra astronómica esencial. Asimismo, su sílaba final es también la final de otro nombre de esta misma categoría. Claro está las palabras a que me refiero son: COMEtas y EstreLLAS. Curiosamente, hay apellidos que cumplen exactamente con las dotes, cualidades y saberes que adornan a las personas que los llevan: Cortés, Valiente… y en el caso de D. José Luis, no hay persona a la que mejor le cuadre su apellido. Tiene un vasto saber astronómico (amén de otros muchos), pero del que me ocupo es de la afición que él ha cultivado con gusto y sobre la que ha escrito y publicado libros que han creado en mucha gente admiración, escuela y sobre todo una gran afición tanto en jóvenes como en adultos. Pero si es un placer leerle, mayor es el escucharlo. Tuvimos hace unos días el privilegio de poder conocerlo y se me pasaron las casi dos horas pegada a su lado (procurando no perderme una sola de sus palabras), como si sólo hubiera estado diez minutos oyéndole.

Salimos dos noches después (él no pudo venir), a una nueva observación en Cerro Negro. Fue una salida con más asistentes que ninguna otra de una sola noche, porque creo que su presencia estaba aún entre nosotros, ya que el comentario general fue el de que qué bien nos lo habíamos pasado con él. La noche (de un día de un calor aplastante) fue muy ventosa; en cuanto llegamos al sitio empezamos a sacar la ropa de abrigo y al rato el viento era verdaderamente molesto en el cuerpo y en prismáticos o telescopios, ya que producía una oscilación en el objeto observado nada conveniente.

La exposición “Ibn Jaldún, Auge y Declive de los Imperios” en el Alcázar, nos pasea por una cultura que floreció en el ámbito cultural, comercial y humano, de donde surgió la numeración que hoy usamos e instrumentos como el astrolabio que fue decisivo en las mediciones astronómicas. Fueron los árabes los que recogiendo todo el saber egipcio sobre la Astronomía, lo transmitieron y transportaron a Europa por medio de viajeros sabios como fueron Ibn Jaldún, Ibn Batuta y otros muchos.

A veces, elementos externos a nuestra vida penetran en ella, produciéndote dolor y desequilibrio; pero no hay mejor bálsamo para encontrar de nuevo la serenidad que el poder disfrutar y vivir momentos como los tres anteriormente comentados.

También conocer que hubo personas que, aunque muy lejanas en el tiempo en el que vivo, dejaron escrito este sentimiento que yo nunca he sabido expresar: “La escritura y sus consecuencias en las artes del libro salva del olvido lo que interesa a los seres humanos, transmite las interioridades de uno mismo al lejano o al ausente, eterniza en hojas ideas y saberes y eleva a significados el orden de lo existente”. (Ibn Jaldún “Los Prolegómenos”)



15.5.06

Dice F. Ayala en “La Invención del Quijote”: “La noción de eternidad, sobre cuyo fondo ha de proyectarse nuestra corta existencia, y frente a la cual nos sentimos tan miserablemente perecederos, es muy difícil de concebir en abstracto”… Esa idea de eternidad, acude a mi pensamiento, una vez más, durante mi última salida de observación: hemos ido, en plena luna llena, a intentar localizar al cometa Schwassmann-Wachmann que (han escrito), está en su máximo acercamiento y se puede ver a simple vista en la Constelación del Cisne). Y de eso nada; bien difícil a través del visor del telescopio como borrosa nubecilla con cola y ya mejor aún, en la pantalla del ordenador de J.Mª, (http://www.madiedo.com/ en apartado Observación en Cerro Negro día 15 de Mayo), que ahí sí que lo hemos visto en la esperada forma de cabeza y gran cola… ¿Qué eternidad lleva esa aglomeración de hielo y roca ahí, fragmentándose, cierto, en ese Universo sin principio ni fin, del cual yo a mi vez formo parte? Un día, (ínfima medida del tiempo humano) yo también me fragmentaré y me disolveré en la materia, en esa eternidad abstracta, más sencilla de comprender -si acaso- mirando no a esos cielos de los que nos hablaron de niños como promesa de premio, no; sí mirando hacia arriba, hacia ese manto maravilloso que nos cubre y rodea, de planetas, estrellas, cúmulos y galaxias, ese manto maravilloso, del que, a medida que más me adentro para conocer, más me doy cuenta de que nunca llegaré a comprender ni a saber menos que nada.

7.5.06

De películas: Como ésta que comento deberían hacer más de dos: "¿Y tú que sabes?", se llama la misma que empieza con una, muy espectacular, representación de lo que debió ser el "Big Ban" y sigue durante todo el discurrir de la misma entre conceptos científicos, espirituales, filosóficos y cinéfilos, batiéndolos todos, para llegar a ofrecer un brebaje de muy agradable sabor, a paladear en las casi dos horas que dura la misma.
Se plantean las preguntas eternas.... las preguntas que han angustiado por siempre al hombre y que ningún filósofo o sabio, ni antiguo ni actual, han sabido dilucidar.
Antes de ayer he leído que el mismo Stefhan Hackings dice que el Universo es imposible de explicar. ¡Vaya que consuelo!, hay más gente que no llega a comprenderlo.